Sandra, fundadora de Candeliss

Acompáñame en este viaje a través de la luz, la simplicidad y la serenidad. Aquí te dejo la historia de Candeliss: un mensaje personal directo desde mi corazón en el que te muestro el origen de nuestra marca. Espero que te guste.

Con cariño, Sandra

Los nuevos comienzos

Me imaginaba resolviendo problemas complejos, liderando grandes proyectos y demostrando lo que sabía que valía. Ese trabajo era más que una oportunidad y estaba lista para sumergirme en lo que prometía ser una gran aventura. Estaba deseando empezar.

Entre tazas de café, los días empezaban a mezclarse. Sabía que podía y estaba dispuesta a darlo todo. Las aplicaciones de productividad se acumulaban en mi teléfono. Mi lista de tareas se extendía y las vacaciones se habían convertido en un mito; mi portátil era ya un compañero de viaje más.

El paso de los años

Pasaron tres años y las ganas por empezar se habían convertido en la apatía que empezaba a nublar todo lo demás. Las emociones que antes me animaban a darlo todo se habían atenuado.

Y aunque intentaba rescatar la energía de los primeros días, una voz interior sembraba la duda. ¿Era ese el camino y la velocidad que quería para siempre? Lo fuera o no, necesitaba un respiro.

Un momento de claridad

Aquella tarde cambié las teclas y la pantalla por el azul del horizonte y el parpadeo silencioso de una vela. La arena entre mis dedos despertó mis sentidos como una llamada directa a mi conciencia. Me ancló. Al aquí y al ahora.

El atardecer se llevaba aquel bonito paisaje pero la vela seguía danzando lentamente. Una luz desafiante demostrando lo que valía. Una llama que podía romper la oscuridad de la noche por muy pequeña que fuera. Y así fue como la calma, la serenidad y la belleza de lo sencillo trajeron Candeliss a mi realidad.

¿Por qué Candeliss?

Candeliss es la combinación de “Candle” o vela en inglés y “Bliss” que hace referencia a una gran felicidad. Para mi, es aquella noche. Es la luz que cortó la monotonía y la pasión que volvió a surgir dentro de mí.

¿Y PARA TÍ?

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